LITERATURA

A puro cuento

Muro sin fronteras es un encuentro de corazones donde no existen las barreras, es la unión divina de todo lo posible.

Muro sin Fronteras

La niña de piel cobriza asomó sus vivaces ojos oscuros por encima del muro que separaba mi casa de la suya. Supe que ella era nueva en el barrio, hija de una joven pareja procedente de Marruecos, exactamente de Rabat. Todavía no había tenido oportunidad de cruzarme con sus padres, dados mis prolongados y cambiantes horarios de trabajo en la clínica médica. Este tímido encuentro, al salir al patio, sería una gran oportunidad para empezar a conocerlos.

   La saludé varias veces y solo obtuve como respuesta a mis saludos, el ir y venir de sus ojos, el subir y bajar de sus espesas pestañas. De improviso, llegó al patio, mi hija Sol y fue en ese mismo instante de su aparición, que emergió sobre el muro, una preciosa niña de cabello largo y oscuro, lleno de ondas, como dibujos inmaculados en el aire.

Solo miró a mi pequeña y movió sus manos diciendo “hola” y una amplia sonrisa se instaló en su rostro.

Mi niña subió dos peldaños de la escalera que dirigía a nuestra terraza y ya quedó a la altura de su nueva vecina.

Sol se presentó y le preguntó a la niña cuál era su nombre. Ella solo sonreía. Fueron minutos de sorpresa recíproca, de alegría intensa. Mi pequeña no dejaba de hablar y nuestra nueva compañía, que con los días supe que se llamaba Radhiya, no dejaba de mostrarnos sus dientes envueltos en sonrisa, mover sus manitos y acariciar el cabello rubio de Sol.

Ellas, dos seres pequeños de corta edad, separadas por una pared de ladrillos, sin tener un idioma en común, sin importar sus nombres, ni edades, con pocas preguntas y menos respuestas, forjaron, en ese primer encuentro, lazos, primeros invisibles, luego concretos, de que los seres estamos unidos a otros y predestinados a convivir con ellos, sin razones lógicas. Sol y su amiga marroquí permanecen en amistad, respeto e inmenso cariño, bajo la misma luna de Buenos Aires, en un barrio de Tandil, hace más de veinte años.

Nunca existió, ni existirá, un muro que las separe.

Ara Nasilov

Nacida en Buenos Aires, Argentina.  Es Profesora en Letras, tallerista, expositora de proyectos pedagógicos de escritura y escribe microficción, cuentos y poesía. Posee Posgrado en Escritura Creativa y Comunicación.

 Ideó “San Cayetano es Villa Adelina”, “Colegio San Cayetano: cincuenta años de historia”. Es autora de “La Educación en la Escuela: una puerta abierta a la construcción del Ser Artista”, “Mariposas en la cabeza” Ed. El Ángel y “Soñando entre versos” de Niña Pez Ediciones. 

 Realiza, desde distintas organizaciones, proyectos literarios relacionados con la Educación y la Cultura (Círculo de Poetas de BSM hasta fines 2022, SURI , Abanico de Arte, Concurso Literario Primeros Versos Primeras Letras.ES Presidente Adjunto de Naciones Unidas de las Letras & Semillas de Juventud Siglo XXI ).

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